El Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos redujo los criterios
de medición de los índices de masa corporal de una
persona, como una acción para combatir una de las enfermedades
más preocupantes de hoy: la obesidad. La mayoría de
los especialistas se muestran cada vez más estrictos en ese
sentido, y a pesar de que la OMS estableció el límite
máximo de IMC para obesidad en 30, los nuevos criterios apuntan
a señalar aquellos ubicados entre 25 y 29 como sobrepreso
y serio factor de riesgo.